Un tiempo de 32.23 minutos para un recorrido de 7.2 km, lo que supone una media de 40.30 min/km. Casi sin entrenar desde los 101 y con el dolor que no remite y que me permite correr, sólo estoy haciendo spinning de dos o tres veces a la semana. Una carrera donde salí tras Manolo y el Negro, como conocemos a Francisco, de Manilva. Hasta el km 2.5 fui tras él, pero tras darle alcance mantuve un buen ritmo y éste se fue quedando. Buen ritmo hasta llegar a meta, donde faltando 300 metros me encontré con Bodo, que ya había terminado y ganado, que crack, y tuve el honor de que me acompañara a meta marcándome un ritmo bestial para mis condiciones físicas en ese momento, pero llevándome en volandas a pesar de llegar al limite de mis posibilidades a meta. Un momento épico porque no todo el mundo tiene el lujo de que uno de los mejores te acompañen cuando cruzas la linea de meta. Esta carrera se está volviendo la más melancólica de las que disputo por darme momentos para no olvidar. Si el año pasado la acabé junto a un hombre mayor con el que hice los últimos kilómetros y entrando juntos en meta, esta ha sido con Bodo, así que habrá que volver el próximo año para ver que sorpresa me espera. En definitiva el 103 de la clasificación y muy satisfecho.
Por cierto, el equipo Ekquilibrio consigue su primer trofeo de la mano de Manuel, en categoría figurita, al quedar segundo. Un máquina!!
A devorar kilómetros, somos vinagreee!!
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